- Te muerde los tobillos y da vueltas a tu alrededor cuando te levantas o entras en su habitación, está nervioso y a veces ataca sin motivo alguno. Esto se debe a un comportamiento sexual, se siente frustado sexualmente e intenta cortejarte. Al principio úede ser gracioso pero al cabo del tiempo puede volverse molesto ya que puede incluso hacerte daño. La castración o esterilización suele apaciguar esta agrasividad.
2. Cuando un conejo nuevo llega a casa, nuestra gran necesidad es la de acariciarlo, pero mucho salen corriendo en cuanto ven una mano que se acerca a ello ¿Por qué?? No es que no le gustes, simplemente tiene miedo. Su visión cercana no es buena y ver algo no identificado acercarse rápidamente a su cara puede ser un gran motivo de huída. En ese caso, iremos despacio y cuando tengamos nuestra mano sobre su cabeza pero lejos de su nariz y presionaremos su cabeza suavemente hacia el suelo, con esto le estamos diciendo que somos el conejo dominante, pero que no tenemos intensión de hacerle daño alguno.
3. Tu conejo es adorable pero cambia completamente cuando está dentro de su jaula, se vuelve agresivo y no permite a nadie que meta la mano en ella. Eso se debe a territorialidad, la jaula es su territorio y hay conjos que no permiten la entrada entre en él. Eso debemos respetárselo, no lo cojas mientras está en la jaula, ábrela y deja que sea él quien salga. Después de unas semanas puedes intentar tocarlo mientras esté en la jaula, pero no toques sus cosas ni le cojas, acaricia su cabeza y presiónala suavemente hacia el suelo para que sepa que eres tú el dominante, no él. Si no opone resistencia, acaríciale un rato y háblale en tono tranquilizador, délajo hasta el día siguiente y repite el ejercicio. Tarde o temprano asociará tu mano con las caricias y no como un intento de invasión
4. Cuando tu conejo se enfada puede darte pequeños mordiscos, generalmente su intención no es hacerte daño, sino decirte que te apartes de su camino, que no le impidas morder esa chancleta o que le dejes subirse a la cama, es la forma en que le comunicaría eso a otro conejo, pero a nosotros sí puede hacernos deño. Para hacérselo entender puedes gritar cada vez que te de un mordisco, él se sorprenderá y a la larga es posible que asocie el grito con dolor, y deje de hacerlo. También puedes poner tu mano sobre su cabeza y presionarla hacia el suelo, diciéndole que ahí mandas tú y que no te lleve la contraria.
Fuente: Anac.
No hay comentarios:
Publicar un comentario